La selección de los mejores materiales es básica para la construcción de una buena guitarra, y por eso solo utilizo maderas de la máxima calidad y con el tiempo de secado adecuado.
Por otro lado, el estudio de los acabados de instrumentos antiguos me ha hecho observar que el barniz predominante actualmente, la gomalaca aplicada a muñeca, no necesariamente es el que da mejores resultados a nivel mecánico y acústico. Por eso, aunque en casos concretos la puedo utilizar, he sustituido la gomalaca por barnices a base de aceites enriquecidos con resinas, mucho más eficientes a nivel acústico y mucho más duradores y estables. No en vano son los que han protegido los instrumentos de cuerda durante siglos.
Por último, escojo las cuerdas adecuadas para cada tipo de intrumento, ya sea en lo referente a materiales como a tensiones, para conseguir que cada guitarra que sale de mi taller dé lo mejor de sí misma.